Ingresar
Imprimir

 

Carlos M. Vilas

Fuente: México: Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades, UNAM. 1992

 

Introducción

 

            Hablar de crisis en los momentos actuales puede parecer un sin sentido, un anacronismo incluso. Los más altos funcionarios de los organismos internacionales coinciden en señalar que, finalmente, América Latina está saliendo de la crisis que estalló hace diez años. Sin embargo junto a las declaraciones antes mencionadas, se han difundido evidencias de crecimiento del endeudamiento externo y de sus efectos más nocivos: entre ellos, un aumento apabullante y aparentemente indetenible de la pobreza. )De qué manera, o en qué sentido, hemos salido de la crisis, si todas sus manifestaciones, incluyendo el monto del endeudamiento, son hoy mayores que diez años atrás?

            Propongo que nos aproximemos al tema de esta presentación desde una perspectiva histórica e interdisciplinaria. Las analogías históricas no merecen más objeciones que otras, y posiblemente tengan más sensatez y permitan apreciar más elementos que las analogías más frecuentes en el análisis económico: los modelos econométricos, por ejemplo, que reducen una realidad compleja a unas cuantas variables. En situaciones que aún se presentan como muy inestables y que por eso mismo reclaman sin dilaciones el aporte académico, el enfoque histórico presenta evidentes ventajas. A su vez, cuando tenemos que dar cuenta de fenómenos muy complejos, el enfoque interdisciplinario permite recuperar sus múltiples dimensiones, y sistematizar sus efectos recíprocos.

            América Latina ha venido viviendo crisis de endeudamiento externo aproximadamente cada cincuenta años. La primera de ellas tuvo lugar en la década de 1820, casi con el debut de nuestras naciones como entidades independientes. La segunda ocurrió en la década de 1870; la tercera fue la muy citada crisis de la década de 1930. Y vino, cincuenta años más tarde, la crisis oficialmente considerada como "crisis de la deuda externa", detonada en agosto de 1982. Se advierte que los ciclos de estas crisis coinciden, en líneas generales, con los ciclos largos de Kondratieff. No quisiera desviarme hacia una discusión de este enfoque ni de las relaciones que podrían trazarse entre unos y otros ciclos; creo que la comprensión del tema que nos reune no hace imprescindible tal discusión, y podemos ahorrarnos tiempo tomando la existencia de ciclos en las crisis de endeudamiento como un reconocimiento simplemente empírico.

     Para que el análisis comparativo sea relevante, debemos tener en cuenta que los estados y las sociedades que enfrentaron a las crisis previas eran diferentes a los de hoy, y sobre todo que emergieron de esas crisis con transformaciones importantes en sus estructuras, en su dinámica y en sus articulaciones recíprocas. En ninguna de estas experiencias la "salida" de la crisis consistió en la recomposición del sistema internacional anterior, ni en un retorno a estilos económicos del pasado.

    Llevaré a cabo mi exposición prestando atención preferencial a tres elementos: 1) las condiciones de la economía internacional y de la crisis; 2) la estructura económica de los países en cuestión; 3) las políticas ejecutadas. Condiciones, estructura y políticas forman un conjunto de elementos cuya combinación permitirá explicarnos por qué, y en qué condiciones, algunos países salieron de las crisis de una manera, otros de otra, y otros realmente, nunca salieron. Se considera que el efecto de las políticas es una función de las condiciones internacionales y de las características de la estructura. Para no abusar del tiempo que se me ha asignado, voy a limitarme el análisis comparativo a las dos crisis de este siglo. 

 

Para leer el artículo completo, descargue el archivo PDF adjunto.

   InicioBibliotecaEstado y DemocraciaAmérica Latina: Estado y Sociedad a partir de la Crisis