Nota original en: reporteplatense.com.ar del martes, 24 de Septiembre de 2013 17:09
Por Sebastián Griffin
Bajo la consigna "Después del neoliberalismo: un cambio de época en América Latina", disertaron en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata el abogado, politólogo y docente la Universidad de Lanús, Carlos María Vilas; el coordinador general del Centro de Estudios Laborales (CEL), Néstor Lafleur y el docente e investigador de la Facultad de Trabajo Social, Mariano Barbarena. La jornada fue organizada por la Agrupación 30 mil razones que integra el Movimiento Universitario Evita.
Unidad Popular en Chile y FREJULI: "una escuela de cambios y transformaciones"
Ante un auditorio colmado de estudiantes y militantes, luego de la presentación de la charla y de la intervención de Barbarena, Néstor Lafleur se refirió a la importancia de tener una mirada histórica, ya que afirmó: "Es un aspecto fundamental de la formación política de la militancia".
De este modo, al recordar que se cumplieron recientemente 40 años del golpe de Estado a Salvador Allende en Chile, Lafleur trazó los paralelismos entre la experiencia de la Unidad Popular y del Frente Justicialista de Liberación. En esa dirección, afirmó que ambos procesos fueron en la América Latina de antes del neoliberalismo: "una escuela de cambios y de transformaciones, con gran protagonismo de jóvenes y trabajadores".
Para el coordinador del CEL, un primer contacto entre los dos procesos se ve en que ambos son "los que más preocupación y reacción generaron en el imperio después de la revolución cubana", ya que tuvieron características populares, nacionales y democráticas de transformación social. En ese sentido, remarcó que "en la situación de fragmentación de debilidad, de dominio imperial, con la vigencia de la doctrina de seguridad nacional, estas dos experiencias estaban aisladas y la respuesta del imperio, con estrategias desestabilizadoras previas fue el golpe".
Otra similitud para Lafleur es que los dos tuvieron características populares y nacionales de transformación:"si uno repasa la plataforma de ambos, uno se va a encontrar con una reivindicación muy fuerte de la soberanía política y la independencia económica".
Por otro lado, relató que al igual que Allende, quien fue asesinado por el genocida Pinochet, la responsabilidad política por la muerte de Cámpora fue de la dictadura de Videla: "La muerte de Cámpora por cáncer en México, después de que estuvo 4 años en la embajada asilado, y de que solo lo dejaran salir cuando tenían bien claro que no se podía recuperar, es de la dictadura genocida de Videla y sus secuaces. Lo mató la dictadura cuando no le permitió asistencia básica".
Por último, Néstor Lafleur, al homenajear a Jorge Julio López y a Armando Croatto, pidió "ponerle nombre y apellido a quienes encarnan la lucha" y explicó que "tal fue la desgracia que a veces nos olvidamos de ponerle nombre y apellido a los muertos, los desaparecidos, los exiliados, los miles de argentinos que han dado la vida, su libertad y que se han comprometido hasta el final por la causa del pueblo".
"Cuando en una sociedad existe voluntad lo peor del pasado puede revertirse"
Luego fue el turno de Carlos Vilas, reconocido por la prestigiosa revista francesa Le Nouvel Observateur, como uno de los 25 grandes pensadores del mundo, quien comenzó con un repaso cronológico del paso del neoliberalismo hacía el "posneoliberalismo" y compartió ideas que van de la mano con su último libro "Después del Neoliberalismo: Estado y procesos políticos en América Latina".
Vilas expresó que "el esquema neoliberal entra en crisis entre 1999 y 2001, por su propio funcionamiento, que lo condujo a un callejón sin salida, y sobre todo por intensas movilizaciones sociales, en donde los trabajadores, los sectores medios empobrecidos y una variedad de nuevos sectores sociales, forzaron la caída de los gobiernos que habían promovido ese esquema".
Pero explicó que muchas de las transformaciones que se dieron a partir de la crisis del neoliberalismo, se produjeron "junto con la permanencia de rasgos estructurales que se forjaron durante los años duros del sistema, y esto es lo que explica algunas desorientaciones y muchas de las dificultados por las que se enfrentan muchos de los países que iniciaron este camino mas allá del neoliberalismo".
A su vez, hizo hincapié en que sin perjuicio de la recuperación del rol de intervención dinámica por parte del estado y de la reorientación de los objetivos de desarrollo, justicia social, dignidad y autonomía nacional "los aspectos troncales de las privatizaciones de servicios, medios de producción y empresas, que tuvieron lugar en los 80 y 90, se mantienen y las que fueron revertidas, fueron de tipo específico y no como parte de una política general".
El politólogo explicó que esto es así, no porque los gobiernos traicionen, sino porque "en política hay que trabajar con el mapa de la realidad que existe para cambiarlo, y a veces para cambiarlo hace falta una gigantesca capacidad de movilización y organización que en muchos países de América Latina todavía no existe".
Vilas planteó la necesidad de una democracia coherente consigo misma "que vaya mas allá de de lo meramente institucional, y que plantee de una manera expansiva la realización del principio de soberanía popular en el terreno de la economía, en el terreno de la propiedad de las relaciones de producción y de los servicios".
"El desarrollo de la democracia es conflictivo porque implica afectar privilegios e intereses de los que ya están adentro, y lo que afectan esos intereses son los que están afuera", subrayó el intelectual.
También remarcó la importancia de la política, ya que "la democracia es tremendamente reformadora de la realidad existente" y es a través de la política que el pueblo puede "plantear las demandas de aspiraciones de reforma, progreso y justicia social".
Luego, Vilas puntualizó los desafíos que los pueblos latinoamericanos deben afrontar: "A lo que nosotros nos enfrentamos es a como superar esta primera etapa de reacomodo posneoliberal, es decir, como pasar a una etapa en la que lo que hemos avanzado en materia de reposicionamiento de las clases trabajadoras, de distribución del ingreso, de reconocimiento de derechos se consolide y sea una nueva plataforma de avance hacia una etapa de mayor complejidad y conflictividad."
En este sentido, para el pensador "la persistencia en el avance es la única forma de no retroceder. Ese es el desafío de convertir el después del neoliberalismo en una realidad".
Por último, Carlos Vilas remarcó que cuando "en una sociedad existe voluntad, existe convicción, lo peor del pasado puede revertirse, y puede superarse, a la vez que se puede tomar del pasado lo mejor para nutrir de fuerza y convicción las luchas del presente, eso es lo que América Latina embarcada en estos procesos está llevando acabo". Y advirtió que "si en los próximos años no logramos meterle el diente a ese núcleo duro estructural que heredamos del capitalismo neoliberal, no vamos a estar en condiciones de sostener los avances realizados hasta ahora".