Carlos M. Vilas
Universidad Nacional de Lanús
El pasado mes de mayo murió el economista John Williamson, a los 83 años. Inglés de nacimiento, desarrolló su labor académica en instituciones de su país de origen, Canadá y Estados Unidos. Fue asesor de la Secretaría del Tesoro del gobierno británico y posteriormente del FMI. Autor y coautor de una importante cantidad de libros sobre microeconomía, economía internacional, finanzas, comercio internacional, tipos de cambio, teoría económica. Durante casi cuarenta años integró el Instituto de Economía Internacional (IIE) de Washington DC, posiblemente el principal “tanque de pensamiento” de política económica internacional de los gobiernos de Estados Unidos desde los años ochenta hasta la crisis de 2007-2008.
Sin embargo el renombre de Williamson no se debe a su vasta producción bibliográfica ni a sus desempeños institucionales, sino a un breve artículo publicado por el IIE en 1990 en una recopilación de sus trabajos sobre el ajuste estructural en Latinoamérica: What the Washington Consensus Means by Policy Reform, algo así como “Qué es, para el Consenso de Washington, la reforma de las políticas”. A poco andar el artículo, en realidad su título, se convirtió en una especie de manual del buen neoliberal. “Consenso de Washington” devino una especie de click que, pulsado, garantizaría casi por default el éxito de las reformas. El Sésamo ábrete del ajuste, la estabilidad económica y la recuperación del crecimiento. O casi.